4 ago 2019

La maldición de la píldora


La píldora anticonceptiva llegó a mi vida no por gusto propio, sino por imposición del sistema tan maravilloso que tenemos (no voy a culpar a nadie porque realmente es obra de todo el sistema patriarcal). Al principio creía que era cosa de mi familia, pero luego he averiguado que muchas personas deciden poner el parche antes que la herida y en vez de informar y dar recursos y opciones, eligen imponer este método anticonceptivo sin conocimientos de cómo realmente funciona y de los pros y contras a los que llega. He de decir que respeto a toda persona que decida usar este método (para el fin que sea, porque se utiliza para muchas más cosas que para la anticoncepción), pero por ahora yo no la quiero más en mi vida.

Para ver cómo funciona la píldora anticonceptiva recomiendo mejor otro tipo de blogs de personas que tengas mayores conocimientos de salud (femenina). Pero en conclusión, consiste en detener la ovulación de nuestro ciclo menstrual para que no de lugar a un embarazo. Esto hace que se detenga la menstruación y ocurre lo que aún siguen llamando como "regulación del ciclo", que no puede estar más lejos de la realidad. No es una regulación, es una anulación.

Vale, ya has tomado la decisión de dejar de tomar la píldora, ¿y ahora qué? Todo vuelve a la normalidad, a como era antes de tomar el chute de hormonas. Pero en casos como el mío, llevas tantos años sin dejar libre tu ciclo menstrual, que no recuerdas si quiera qué era lo que se sentía. Triste pero cierto. Lo primero que descubrí fue la fase pre-menstrual. Supongo que porque es la fase más clara de identificar. Enfados, ganas de deshacerme de cosas, necesidad de expulsar personas/objetos/pensamientos/ideas/proyectos de mi vida. Empecé a limpiar mi habitación como una loca. Es muy antinatural pensar que mientras me tomaba todas las noches una pastilla no sentía nada de eso. Lo que me había perdido.

Seguido de esto, descubrí lo que era la copa menstrual y el diagrama menstrual. Mi menstruación no había cambiado mucho del sangrado de cada mes de cuando tomaba la pastilla, aunque me parecía que me molestaba un poco menos. Empecé a reconciliarme con él, y además, a conocerlo. Fue entonces cuando empecé a ver que existen cuatro energías fluyentes y que dejarlas ser en mi día a día me iba a aportar mucho. También tuve que empezar a buscar otro método anticonceptivo, esta vez sin hormonas. La copa me ayudó a ver que la sangre es sangre y no algo de lo que sentir vergüenza o asco. No es algo por lo que haya que esconderse. No es malo manchar la ropa. No es sucio.

Al poco tiempo de dejarla, me empezó a salir acné. Mucho acné. No solo en la cara, sino también en la espalda y brazos. De esto hace ya más de un año, y aun sigo teniendo zonas grasas en mi cara, cuando siempre había sido seca. Recuerdo que me salía literalmente aceite de las manos, y antes siempre me estaba echando crema hidratante porque no soportaba la sequedad. Fui al médico y lo único que me dijo fue que me iba a recetar antibióticos y que si seguía así, o bien me recetaba el parche, o otra marca más suave. QUE NO QUIERO HORMONAS. Como es fácil imaginarse, los antibióticos no me hicieron absolutamente nada. Lo que si me ha ayudado es un jabón de arcilla gris. Mi cara ya no es lo que era, pero aún sigue quedando rastro de acné.

A día de hoy sigo experimentando con las energías de mi ciclo, sigo aprendiendo y evolucionando con él de forma dinámica. Unido al método FAM (Fertility Awareness Method) que estoy empezando a implementar en mi vida, ahora puedo decir que sé en qué fase estoy de forma física, espiritual y enérgica.

Fuente: Luna Roja de Miranda Grey
La píldora se utiliza en demasiadas ocasiones para esconder problemas en nuestro cuerpo. Si el ciclo no es regular o dura demasiado, quizás pase algo en él y no haya que esconderlo con la píldora. Quiero recordar que cuando se deja de tomar, sigue tal y como era antes, no se ha regulado. ¿Vas a tomar entonces la pastilla toda tu vida? Usada de forma consciente no me parece una mala idea del todo, sobre todo si se tiene en cuenta la comodidad, pero siempre es importante estar informada de qué nos está haciendo ahí dentro.

Esta es mi historia con ella. Larga, desinformada y dura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario